Claras diferencias entre los dedazos.
Xóchitl Gálvez resultó ser la ganadora del proceso interno del Frente Amplio por México, con poco más de 15 puntos porcentuales de diferencia a su favor, contra su más cercana competidora Beatriz Paredes, resultado de encuestas telefónicas y domiciliarias hechas a población abierta.
Como ya es una costumbre del Presidente y sus huestes, no tardaron en tratar de desacreditar este proceso con su repetitivo y aburrido discurso, de que fue una imposición de la oligarquía, que fue el dedazo de Claudio X González, que Alito Moreno traicionó a Beatriz Paredes y la presionó para que declinara a favor de Xóchitl Gálvez.
Pero ellos ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio; porque si comparamos el proceso interno de Morena con el del Frente Amplio por México, las diferencias son abismales. Los morenos no debatieron ideas ni propuestas, sólo se limitaron a buscar quedar bien con el destapador mañanero, hablando de las supuestas bondades y logros de su gobierno ofreciendo una muy cuestionada continuidad.
Sus actos proselitistas ilegales, se basaron en descarados acarreos millonarios con asistencia obligada de las burocracias y de amenazas para los beneficiarios de los programas sociales.
En cambio, el Frente Amplio realizó foros ciudadanos de discusión sobre los graves problemas que hoy padece el país, así como sondeos y encuestas para conocer el posicionamiento y convencimiento logrado frente a los mexicanos, donde la ganadora Xóchitl Gálvez que con una gran estrategia de marketing y su muy mexicana forma de comunicarse, logró provocar emotivas concentraciones para recibir todas las simpatías voluntarias ciudadanas, quienes utilizaron simples cartones marcados con una X, que encerrados en un corazón, sirvieron para expresarle su cariño y admiración por esa valentía de tener los suficientes ovarios (como ella dice) de retar al despótico y sordo de palacio Nacional, incluyendo a sus gatilleros.
Pero como el presidente se cree astuto y no le gusta perder, se adelantó a decir que todo sería una farsa, que ya sabía que Xóchitl Gálvez sería impuesta por los corruptos de siempre y con la venia de Claudio X González, pero apostó porque sus huestes ya se habían preparado para ensuciar el proceso del Frente con el registro de morenistas en la plataforma para que votaran a favor de Beatriz Paredes o en caso de fallar, reventar la consulta con la intervención de grupos de choque, cosa que no ocurrió porque sus planes fueron descubiertos anticipadamente. Nunca faltan los soplones.
Marcelo Ebrard y sus diputados seguidores han denunciado y comprobado que Claudia Sheinbaum juega sucio y ha hecho trampas; todos hablan de la línea presidencial para que el aparato gubernamental opere a su favor. Así pues, la candidatura de Claudia Sheimbaun habrá sido producto del viejo dedazo presidencial. A Xóchitl Gálvez la habrá nombrado el dedazo del hartazgo ciudadano.